La historia de la familia Ottenbacher en Adler Asperg - De 1998 a 2022

Christian Ottenbacher comenzó su formación en Gastronomía en 1984. Primero, se formó como chef en el Wald & Schlosshotel Friedrichsruhe. Tras esta etapa, vivió y trabajó en países como Suiza, Francia, Austria, Estados Unidos y España. 

De 1991 a 1993, estudió hostelería, gestión y administración de empresas en la Escuela de Hostelería de Heidelberg.

Regresó a Asperg en 1994 con su esposa, la Dra. Dory Ottenbacher. Su hijo, Ricardo, nació en 1997.

En 1998, Christian Ottenbacher asumió la dirección del Adler Asperg. Un año después, empezó a construir una nueva ala del hotel con 10 habitaciones, dos salas de reuniones y una terraza para conferencias. Junto con su esposa, ha implantado en el hotel lo aprendido en su etapa internacional.

La pareja también ha remodelado y renovado el hotel durante este tiempo. 

La modernización del Adler ha pasado por una digitalización de la empresa. La Dra. Dory Ottenbacher asumió esta tarea en 1998. El objetivo era, y sigue siendo, facilitar los procesos operativos y la toma de decisiones, al igual que mejorar la comunicación entre los empleados y los clientes. Así, el Adler se ha vuelto más eficiente.

Uno de los momentos más destacados de esta etapa de la historia del Adler fue la visita de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente francés François Hollande en 2012.

La familia Ottenbacher da gran importancia al servicio personalizado al cliente, al arraigo regional de la empresa, así como a unos empleados comprometidos y a un equipo directivo competente que garantizan el futuro del Adler.

Durante la pandemia, el equipo del Adler se mantuvo unido como una familia. Se plantearon cómo reinventarse y acercarse a sus clientes. El servicio de "comida para llevar" y la "Adlers Feine Küche im Glas" son el resultado de ello.

125 años después de que Christian y Christiane Pauline Ottenbacher adquirieran la posada en Asperg, el Adler es una empresa familiar cosmopolita y orientada al cliente con 70 habitaciones, salas de conferencias y reuniones, una zona de relax, cinco restaurantes y 70 empleados. 

En el futuro, el Adler seguirá apostando por la hospitalidad personalizada, las ofertas individuales y el buen personal. 

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